“Aquí votará Pedro, aquí Isabel, aquí Ximo… De todas las fiestas que se celebran en el colegio esta es la única a la que no hemos sido invitados. El domingo os dejamos el cole para votar y a cambio os queremos proponer algo: el lunes siguiente de las elecciones queremos invitar al presidente o presidenta a comer en este comedor para hablar, por ejemplo, de por qué las becas de comedor no cubren ni a la mitad de las familias en riesgo de pobreza. Porque este colegio sirve para muchas cosas, como para alimentarnos de forma saludable para seguir aprendiendo”. De esta manera, los escolares que protagonizan el vídeo «El comedor electoral» han planteado hoy el reto a las candidaturas que resulten ganadoras el 28 de mayo a que se comprometan a ir a comer a sus colegios el día después de las elecciones.
La propuesta es obra de Mensa Cívica, asociación sin ánimo de lucro que promueve comedores escolares públicos de calidad, en el marco del proyecto “Desastres de la guerra: inseguridad alimentaria”, que impulsa la alianza europea para una restauración colectiva y social sostenible, con el objetivo de introducir en el debate público: la calidad, seguridad y accesibilidad alimentaria escolar.
Según la evidencia, uno de cada cuatro escolares de la UE está en situación de inseguridad alimentaria, en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que les impide el aprendizaje y que lleven una vida sana y feliz. En España, “las cifras son más alarmantes”, ya que 1 de cada 3 niños está en dicha situación, cuando para ellos la comida en la escuela representa el 50% de su ingesta energética diaria. En este contexto, las ayudas al comedor escolar solo alcanzan al 11,2% de niños y niñas en la educación obligatoria.
Funcionamiento de los comedores escolares en España
Al abordar el funcionamiento de los comedores escolares la entidad diferencia entre la gestión y el servicio de cocina, denominadores comunes en todas las autonomías. “En lo que respecta a la gestión, los comedores escolares pueden estar en manos de empresas privadas de cáterin o en manos de la comunidad educativa”, explican.
Y respecto al servicio de cocina, “podemos encontrarnos con centros con cocina propia o con centros sin cocina. La diferencia principal entre estos dos tipos de centros radica en dónde se prepara la comida, si en el propio colegio ese mismo día o fuera de él, normalmente uno o varios días antes del momento de su ingesta, de la mano de una empresa de cáterin que posee unas cocinas centrales en algún lugar de España y que trabaja la llamada línea caliente o la denominada línea fría”, contextualizan desde Mensa Cívica.
Peticiones para los comedores escolares
Dentro del manifiesto ‘Comer es un acto político, por una política alimentaria justa’, dirigido a los partidos políticos que concurren a las elecciones del 28-M, Mensa Cívica incluye cuatro puntos relacionados con los comedores escolares. El primero se centra en ampliar y fortalecer el programa de becas de comedor “para garantizar a los niños y a las niñas una comida caliente y nutritiva a la hora del almuerzo podría ayudar a los alumnos de familias con menos recursos a mejorar su nutrición y mejorar su rendimiento académico”. Como segundo punto, Mensa Cívica pide ampliar el Plan escolar de frutas y verduras a todos los niños y niñas en edad escolar, “ya que este Plan puede utilizarse para reducir las desigualdades en el acceso a frutas y verduras frescas entre los niños y niñas e introducir la educación alimentaria en los planes de estudio”.
La tercera petición pasa por garantizar la calidad de todos los servicios de comedor, “independientemente de si están situados en la ciudad o en poblaciones rurales, adaptando el modelo a las necesidades existentes”. Y la cuarta, fomentar una compra y contratación pública alimentaria saludable y sostenible en todas las escuelas, de acuerdo con la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público. En este sentido, Mensa Cívica subraya que la compra pública alimentaria responsable es quizás la política que tiene mayor impacto a la hora de fomentar la alimentación sostenible y saludable, reduciendo desigualdades y democratizando el acceso a los grupos sociales más vulnerables. Como parte de la campaña Buy Better Food, han participado en este Manifiesto, que recoge una serie de criterios mínimos obligatorios para los centros públicos e insisten en la necesidad de hacer un seguimiento y evaluación de estos criterios.
Inseguridad alimentaria: un problema creciente en España
Asimismo, indican que “la inseguridad alimentaria es un problema creciente y urgente en España, es necesario sensibilizar y generar apoyo público para abordarla; que se centren en la soberanía alimentaria y apoyen una transición hacia la producción sostenible de alimentos”.
La campaña pone el foco en que defender la realidad del ‘Derecho a la alimentación’ en España “supondría ayudar a que nadie, en nuestras comunidades, pasara hambre”. Para ello, según Mensa Cívica, “es necesario que haya voluntad política y se tomen medidas para evitar barreras en la disponibilidad y el acceso a los alimentos y abordar de forma seria y urgente la crisis de inseguridad alimentaria en España”, que de acuerdo a las conclusiones del estudio Alimentando un futuro sostenible. Estudio sobre la inseguridad alimentaria en hogares españoles antes y durante la Covid-19, realizado por la Universidad de Barcelona en 2020-2021, afecta a cerca de 2,5 millones de hogares españoles (un 13,3% de la población).
Unas cifras que en la actualidad, a partir de los indicadores que maneja Mensa Cívica, “son probablemente más elevadas, ya que los bancos de alimentos han visto este aumento en la inseguridad alimentaria reflejada en una demanda sin precedentes de sus servicios en 2022 y lo que llevamos de año”, afirman.
Firma la petición pública que han creado en www.elcomedorelectoral.com